Leila, una joven alma solitaria pasa la noche de fiesta con sus amigos Nancy, David y Nash en un almacén. Mientras los chicos beben y fuman marihuana, todas las barreras sociales entre los sexos se desmoronan. Leila, golpeada por ambos, se esconde de ellos. Sola, siente que hay alguien más que la quiere y, desde luego, no es de este mundo. Un vampiro de 200 años se escapa de una caja y se revela a Leila y le dice que ella es su amor perdido. Para que él vuelva a vivir y esté con ella, ella debe traerle la sangre de sus amigos para beber y hacerle el amor. Hipnotizada por sus poderes sexuales, Leila hace lo que le dice.